no título

mientrás aparezca tu odioso fantasma... no dejaré de sentir miedo... pensé que escabullendo de tu presencia, podría librarme de tu dolor... creo que costará un poco más... veo como la vida me exige siempre más... creo que sabe que me tiene al ras de sus designios... quisiera gritar, muchas veces, quisiera realmente hacerlo... y este dolor se me ahoga sin poder realmente asumirlo. y tu dolor puede llegar a ser tan instantaneo, me pregunto cuando saldrá de mí... cuando seré realmente libre de tu presencia... y cuantas lágrimas quedan más... puedo agredecer tu ausencia... y a la vez maldecir tu existencia... arrebataste todo lo sacro y puro del lugar... y el tiempo sigue pasando lento, germinando en la catástrofe que abandonaste, con poca luz... con los ojos medio cerrados, siento pavor de volver a ser semilla... maldito fantasma... quisiera que mi corazón... de verdad... hubiese sido fuerte ante tus dagas impredecibles... como quisiera borrar el daño de tu huella... dejar de sentir el necro de tu cancer... por qué tan solo me siento como una niña herida... siento que no puedo fortalecerme sin fantasía y comienzo a retro-caer en un vacío espiral... sosteniéndome solo de la ira que grabaste en mi subconciente... no puedo morir... otra vez. Soledad Correa. 27 de junio de 2011